- Año: 2013
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Fotografías:Erica Ramalho, Ide Gomes, João L. dos Anjos - Angular, Dalton Valerio
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El diferencial realizado por Fernandes Associates Architects en el proyecto del Arena Maracaná era convertir el estadio público en una de las Arenas más modernas y eficientes del mundo manteniendo sus principales características construidas durante los 60 años de historia y simbolismo.
Un nuevo Maracana "nació" dentro del antiguo, para no sobrescribir el existente, sino más bien renovarlo. Por lo tanto, algunas estructuras dejaron de existir para dar lugar a otras, se incorporaron elementos nuevos y los espacios restantes se recuperaron.
Los principales cambios se produjeron en el diseño de las graderías, donde las nuevas estructuras están diseñadas para satisfacer las condiciones ideales de visibilidad, seguridad y confort. Todas las estructuras relacionadas a los servicios, tales como bares y baños, fueron completamente reconstruidas con los más altos estándares.
Uno de los aspectos más destacados de la renovación del estadio es la fuerte presencia de la pequeña y gran cubierta translúcida, que flota de manera liviana, casi sin tocar la estructura existente, coronando y protegiendo el antiguo estadio, para transmitirle al visitante una experiencia invaluable. El proyecto, que fue diseñado por la oficina alemana Bergermann Schlaich und Partner (SBP) permitirá la implementación de un anillo fotovoltáico en la estructura metálica que soportará la nueva cobertura de lona tensada, generando energía limpia equivalente para el consumo de 240 hogares y evitando la emisión de 2.560 toneladas de CO2 a la atmósfera.
La fachada se ha conservado e, independiente del punto desde donde se vea, por fuera el Maracaná sigue estando en gran parte intacto. Ni siquiera la nueva cobertura trae impacto visual y no se puede divisar desde el exterior. Además se conservaron la principal circulación interna y su relación con la estructura existente, tales como pilares, el techo, la apertura, entre otros.
Además, la superficie construida de 86 mil metros cuadrados, se ha ampliado y ahora tiene aproximadamente 160 mil metros cuadrados.
Este es uno de los "casos" más exitosos de Fernandes, quienes tuvieron el reto de modernizar y preservar el Maracanã manteniendo toda su representación popular y haciendo que el estadio construido para la Copa del Mundo de 1950, una vez más actuara como uno de los principales estadios del mundo para los próximos 30 o 40 años.
Los espectadores podrán disfrutar de una manera única y especial la relación entre lo nuevo y lo viejo.
Aspectos sustentables del proyecto
En cuanto a la sustentabilidad, el proyecto para la modernización del Maracaná sigue la certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental), desarrollado por el Consejo de Edificios Verdes de América, que proporciona un conjunto de estándares sostenibles que deben observarse en los proyectos de construcción.
Entre las medidas sostenibles adoptadas están, por ejemplo, la reutilización de los asientos viejos eliminados del Maracaná y otras instalaciones deportivas en Río de Janeiro. El suelo bajo la cancha, que tiene una gran cantidad de fertilizantes y nutrientes, se utilizó en un proyecto de reforestación con plantas nativas de la Mata Atlántica. Incluso el lodo retirado del trabajo fue reutilizado como materia prima para la producción de ladrillos y azulejos.
El diseño también incluye la reutilización de agua drenada desde el techo del estadio, y un sistema de drenaje, lo que conduce a un ahorro del 45% del agua utilizada en el mantenimiento del campo. El Maracaná también cuenta con nuevos sistemas eléctricos y de plomería, así como paneles fotovoltaicos instalados en el techo para recoger la energía solar para calentar el agua para las duchas y los grifos en los baños y closets.
Las sillas del Maracanã
Por lo general, la disposición de diseño y los colores de las sillas de los estadios son por algo más estético que funcional, y en la mayoría de los casos, se asocian con problemas simbólicos como el color de la selección, la bandera del país o de la ciudad e incluso los nombres, cifras y símbolos.
La división del color es una herramienta importante en el establecimiento de las gradas, y su separación en bloques, anillos o sectores crea una demarcación muy rígida dando la impresión de "fusión" de las gradas. Todas estas características reducen la alegría y la unidad del conjunto de forma subjetiva, dejando implícitamente la asociación de valores como lo caro y barato y/o lo bueno y lo malo.
La idea del proyecto era tomar ventaja de esta distribución para agregar la sensación de conjunto y unión. Los colores se fusionaron entre las sillas que promueven una transición más suave, además de las gradas llenas de impresión, incluso cuando la capacidad no está llena y el público se encuentra en posiciones aleatorias. El uso de esta "mezcla" de varios colores disminuye la percepción de los espacios vacíos.
En el caso del Maracaná, la elección era casi obvia debido a su papel como el estadio nacional. El estadio no representa solamente a Río de Janeiro, sino que también a Brasil, como un todo. Los colores (amarillo, azul y blanco) además de alegres elegidos también representan los colores nacionales. El campo verde fue utilizado para completar el color que faltaba, y así tener el campo verde y al inicio sillas en amarillo (Brasil) pasando al a azul y luego al blanco y gris (Río de Janeiro). Esto tiende a degradarse al final de las gradas en tonos más claros, lo que unido a la nueva cubierta tiene la función de dar más luminosidad a la habitación, dejando los colores cálidos en las zonas bajas, donde el sol se enfocará más a menudo.
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Estadio Jornalista Mário Filho – Maracanã / Fernandes Arquitetos Associados